Esta semana hablaremos de dos nuevos cuadros de Rubens:
1. Diana y Calisto: de nuevo Rubens se inspira en Ovidio
para realizar este cuadro, concretamente en la historia de la ninfa Calisto. Al igual que vimos la semana pasada, el personaje sufrirá una metamorfosis y más tarde una catasterización (transformación en una constelación).
para realizar este cuadro, concretamente en la historia de la ninfa Calisto. Al igual que vimos la semana pasada, el personaje sufrirá una metamorfosis y más tarde una catasterización (transformación en una constelación).
2. El nacimiento de la Vía Láctea,relacionado con el ciclo del héroe Heracles.
Diana y Calisto (ca. 1635)
Reaparecían los cuernos de la luna en su disco por vez novena, cuando la diosa Diana, fatigada de cazar bajo los fuegos de su hermano, encontró una fría espesura, de donde se deslizaba con murmullo un arroyo que iba removiendo límpidas arenas. Encantada del sitio, tocó con el pie la superficie de las aguas; encantada igualmente de éstas, dijo: 'Ningún testigo hay cerca; bañemos nuestros cuerpos desnudos sumergiéndolos en las transparentes aguas'. Enrojeció Calisto; todas se despojan de sus ropas: hay una que remolonea; mientras vacila le quitan el vestido; y una vez sin él, al mismo tiempo que el cuerpo desnudo quedó manifiesta la falta. Mientras ella, sobrecogida, intentaba ocultar el vientre con las manos, le dijo Diana: 'Vete lejos de aquí y no mancilles este sagrado manantial', y le ordenó apartarse del cortejo.
(Ovidio, Metamorfosis, II, 453-465)
La “hermosa” Calisto, una ninfa del bosque o, según otras versiones, hija del rey Licaón de la región de la Arcadia, gozaba de la amistad y confianza de la diosa Diana (Ártemis) y de las restantes ninfas que solían acompañar a la divinidad en sus andanzas por los bosques. La leyenda de esta joven es la siguiente:
Zeus se enamoró perdidamente de ella, y, queriendo conseguirla aun en contra de la voluntad de la muchacha, que ya hemos dicho que al ser del séquito de Diana, debía guardar voto de castidad, tomó la apariencia o de Ártemis o de Apolo (según otras versiones) y quedó embarazada.
En estas dos representaciones podemos ver a Júpiter metamorfoseado en Diana junto con su amada Calisto.
Júpiter y Calisto. (Rubens, Staatliche Museen, Kassel) |
Júpiter y Calisto (Jean-Baptiste Marie Pierre, Museo del Prado) |
Al darse cuenta intentó ocultar su estado, pero un día Diana decidió bañarse con sus compañeras y descubrió el embarazo de Calisto. Ésta, ofendida por el engaño, la convirtió en osa y la expulsó de su cortejo. En este cuadro se narra justo el momento en que la ninfa Calisto teme desnudarse para no delatar su embarazo durante el baño con sus compañeras en el monte Ménalo.
Finalmente Zeus honró a Calisto, trasladándola al cielo y convirtiéndola en la constelación Hélice, hoy conocida como Osa Mayor.
El nacimiento de la Vía Láctea (1636-1637)
Zeus pudo elegir mujer o diosa
como íntima, perenne compañera
que sus futuros hijos concibiera,
pero tomó a su hermana por esposa.
Casi tan fiel como lo fue celosa,
y mayestática en sus actos, Hera
más que diosa es mujer que desespera,
persigue a sus rivales, les acosa.
Con el chorro de leche de su pecho
traza la Vía Láctea sobre el techo
del mundo, en arrebato de furor.
Y en Heracles, que otrora amamantara,
y otras proles que Zeus engendrara,
descarga la venganza y el rencor.
como íntima, perenne compañera
que sus futuros hijos concibiera,
pero tomó a su hermana por esposa.
Casi tan fiel como lo fue celosa,
y mayestática en sus actos, Hera
más que diosa es mujer que desespera,
persigue a sus rivales, les acosa.
Con el chorro de leche de su pecho
traza la Vía Láctea sobre el techo
del mundo, en arrebato de furor.
Y en Heracles, que otrora amamantara,
y otras proles que Zeus engendrara,
descarga la venganza y el rencor.
(Francisco Álvarez Hidalgo, Soneto 1768)
Zeus deseaba unirse a la bella Alcmena; para ello, una noche, aprovechando la ausencia de Anfitrión, esposo de la joven, adoptó su forma y la sedujo. Fruto de esta unión nación Heracles (Hércules). Este hecho desató, como también había ocurrido en otras ocasiones, los celos y la ira de Hera (Juno) que mantuvo un profundo rencor hacia el héroe.
Con respecto al mito que nos ocupa existen tres versiones:
1) En la primera, Alcmena, por temor a los celos de Juno, abandona a Hércules recién nacido en el campo; por allí pasan Hera (Juno) y Atenea (Minerva), que, admirada del niño, convence a Juno de que se lo ponga en el pecho, y así lo hace, hasta que el niño le da tales tirones, que la diosa, disgustada, lo arroja lejos de sí; Minerva lo recoge, se lo lleva de nuevo a Alcmena y le ordena que lo críe.
2) Zeus decidido a favorecer a su descendiente, ordena a Hermes (Mercurio) que pusiera al infante en el regazo de Hera, mientras ella dormía, para que este tomase leche de su pecho y se convirtiese en inmortal. La diosa se despertó sobresaltada y un chorro de leche escapó de su pecho formándose con él la Vía Láctea.
3) En la tercera versión, el niño mamaba con tal avidez, que la leche de Zeus (Juno) se le derramaba fuera de la boca y así se formó la Vía Láctea.
En esta representación aparece Hera dando de mamar a Heracles mientras es observada de cerca por Zeus que aparece simbolizado con el rayo y por las águilas de la esquina superior de la derecha. Por otra parte, Hera descansa en un carro alado tirado por pavos reales, uno de sus atributos.
-Libros:
Gallardo López, María Dolores (1995) Manual de mitología clásica, ed. Ediciones clásicas. Madrid.
Ruiz de Elvira, Antonio (1982) Mitología clásica, ed. Gredos. Madrid.
-Páginas web:
-Imágenes:
http://pintura.aut.org/ (ciudad de la pintura)
-Traducciones:
Ovidio Nasón, Publio, Metamorfosis, traducción de A. Ramírez y F. Navarro (1999), ed. Alianza. Madrid. </span>
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